jueves, 10 de enero de 2013

tejedora

ilustración de Sara Lew
Ilustración de Sara Lew


En la cuadra de los granados, unos niños montados en sus bicis se correteaban unos a otros, resonando timbres, saltando rampas, frenando a raya y desperdigando polvo por doquier. Poderosos y libres. Desde una ventana alguien los espiaba con los ojos aguados y muriendo de ganas por ser uno de ellos.
Su madre, deseosa por hacerla feliz, tomó lo que tenía a su alcance y comenzó a tejerle una bicicleta, trabajó día y noche sin cesar, tejió y tejió de prisa, en silencio y a escondidas en el patio trasero de la vieja casona. El día en que terminó, trajo a su hija y le mostró lo que había hecho para ella. La pequeña araña, con sus pares de patas y sus ojos gigantescos de felicidad se encaramó en su bici hecha de hiedra.

paso la posta a Alberto Proset (Ojodegato)

martes, 8 de enero de 2013

ñ


Lo que a ti y a mí nos separa va más allá de que mi alfabeto tenga ñ
                                         -yo si te extraño-